domingo, 4 de enero de 2015

¿Preguntas por mi poesía?

Mi poesía ha muerto,
en manos de la daga de la realidad.

Caían las palabras
calle abajo
ensangrentadas,
manchándolo todo de sílabas desilabadas,
de significantes huérfanos
y acentos desalados.

Al final de la cuesta,
el gran mago del vacío
frotaba sus manos,
mientras su barriga se hinchaba e hinchaba
saturadas de palabras sin nombre y
sentidos perdidos.