Este fin de semana hemos estado en Madrid. Desde allí hemos hecho una conferencia vía móvil con los interlocutores del pueblo.
Tema: el manhatan había colocado unas luces muy modernas, de las que te ponen moreno, con los dientes muy blancos, mientras bailas al compás, pero OJO¡ eran de rayos uva? NOOOO por error el electricista había colocado en este bar insigne luces de invernadero que, al parecer, tienen la capacidad de matar insectos. Los clientes tomaban su cervecita, el cubata y a la tercera risa comienzan a picarle los ojos. Más de 30 casi borrachos con los ojos ardiendo en el hospital.
Desde Madrid vivimos el suceso con nerviosismo, erchicqui y el chiquinino en el ajo.
La modernidad llega al pueblo a cañonazos y el eco llega hasta la capital. Ahí estamos nosotros, para seguir escuchando, a kilómetros y kilómetros de distancia.