Y en esta ciudad,
hay momentos repletos de instantes
en los que el aire fresco rodea tu cabeza:
No es frio.
Cae una lluvia débil, como una canción breve, gota a gota.
En la acera de enfrente unos niños dicen hola, hola.
Puedo oler todavía un poco a azahar
recién caído y mojado por el agua.
La tarde rodea mis pasos,
los charcos hacen cris
Y en esta ciudad,
ando hacia mi puerta
donde hay charcos de tarde de domingo,
donde el aire fresco rodea mi cabeza.
hay momentos repletos de instantes
en los que el aire fresco rodea tu cabeza:
No es frio.
Cae una lluvia débil, como una canción breve, gota a gota.
En la acera de enfrente unos niños dicen hola, hola.
Puedo oler todavía un poco a azahar
recién caído y mojado por el agua.
La tarde rodea mis pasos,
los charcos hacen cris
Y en esta ciudad,
ando hacia mi puerta
donde hay charcos de tarde de domingo,
donde el aire fresco rodea mi cabeza.
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