Cómo despierto triste en la mañana
al segundo de abandonar mi sueño.
La ciudad acude de golpe
con toda su gente, el ruido,
las líneas telefónicas ocupadas y
miles de datos rodeando mi cama.
Entonces, soy más pequeña que nada.
Y tengo que acudir
al fondo del saco
para buscar
una razón, un beso.
Por el que ponerme en pie cada día
y salir sin miedo a buscarlo.
2 comentarios:
ofrezco razones y un saco lleno de besos cada dia
me parece bien
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