Despertarse a diario con los besos de una ardilla y el olor a margaritas desbordando tu salón no está nada mal,
pero ir al cine y encontrar un alma de sueños gemela no tiene precio:
La espuma de los días, película preciosa para ver, regalar y quedarse uno tan a gusto,te sorprenderá tanto que no te comerás ni las palomitas.
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