
Estos días estoy en mi pueblo.
No hay quien salga a la calle. Hace calor, desidia, aburrimiento, pereza y todo lo relacionado con la morriña a la vez. Recuerdo el calor del verano en vacaciones. Todas las hermanas apelotonadas peleándonos, el calor subía y subía en forma de espuma. La casa era una olla a punto de estallar hasta que sonaba la musiquita. Tiro, la ri, tariro, tiro la ri, tariro. Los empujones daban paso a la calma y nos chupábamos el capítulo del veranito azul como si tal cosa. Penita, bicis, espesura pero con vista a la playa. Ahora sé el por qué de mi flequillo y nuestros desvaríos estéticos. No tiene desperdicio.
No hay quien salga a la calle. Hace calor, desidia, aburrimiento, pereza y todo lo relacionado con la morriña a la vez. Recuerdo el calor del verano en vacaciones. Todas las hermanas apelotonadas peleándonos, el calor subía y subía en forma de espuma. La casa era una olla a punto de estallar hasta que sonaba la musiquita. Tiro, la ri, tariro, tiro la ri, tariro. Los empujones daban paso a la calma y nos chupábamos el capítulo del veranito azul como si tal cosa. Penita, bicis, espesura pero con vista a la playa. Ahora sé el por qué de mi flequillo y nuestros desvaríos estéticos. No tiene desperdicio.