Pero el amor, el gran narcótico, era el invernadero en el que todas las personalidades se abrían en plena eclosión... amor el gran narcótico era el ácido en la botella del alquimista que hacía visibles las sustancias más inescrutables… amor el gran narcótico era el agent provocateur que exponía a la luz del día todas las personalidades secretas… amor el gran narcótico otorgaba clarividencia a las yemas de los dedos… bombeaba iridiscencia a los pulmones para rayos X trascendentales… imprimía nuevas geografías en el revestimiento de los ojos… adornaba las palabras con velas, los oídos con aterciopeladas sordinas…Anais Nin
2 comentarios:
Mari, estás últimamente muy profunda, a ver si nos pegamos una buena marcha para que se te quite eso...
Poziiiii. K
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