Miro las estrellas
junto al río.
Pienso en el devenir.
Con la única constancia
de lo propio.

Contagiosa

En redondo,

me miro el ombligo

desde el dedo gordo del pie.

Un dedo caliente, rojo, palpitante.

Mi corazón superior debe esconderse

entre la maleza salvaje y las tormentas.

Rodeado de su !magníficus flotador¡,

aparentemente, no palpita.

Y como dicen los que esperan mi muerte,

no parezco vulnerable.

Si sientes, ríes, padeces,

vas de un lado a otro guiada por tus impulsos.

Si eres libre...eres contagiosa.

Desaparece una de las Pussy Riot

Las escaleras del cielo

 Los jeómetras tenían una gran  capacidad para la  búsqueda, eran intrépidos, no se cansaban y ansiaban llegar a espacios diferentes, realidades nuevas donde desarrollar su vida y fantasías.

Pero sus medidas no eran las adecuadas, perdidos en los convencionalismos de las leyes de la geometría clásica eran incapaces de ascender a lugares nuevos, encontrar las escaleras que subían hasta el cielo, acercarse a aquellos lugares con los que soñaban por la noche, sin miedo a sus misterios.

Creo que hoy, al igual que los jeómetras de Jules no necesitamos escaleras más largas, ni cohetes con más impulso, ni mediciones más exactas, necesitamos miradas nuevas, fuera de lo que hasta ahora hemos utilizado y amar y confiar en nuestra capacidad de superación y mejora.

Y por encima de todo, no olvidar que siempre ha habido hombres y mujeres que pensaron que se podía hacer e ir a mejor, que parte de lo que hoy tenemos nosotros es gracias a sus sueños, a lo que ellos persiguieron con tesón, fuerza, y así lo consiguieron.

Espuma para ver

Despertarse a diario con los besos de una ardilla y el olor a margaritas desbordando tu salón no está nada mal,
pero ir al cine y encontrar un alma de sueños gemela no tiene precio:

La espuma de los días, película preciosa para ver, regalar y quedarse uno tan a gusto,te sorprenderá tanto que no te comerás ni las palomitas.

SI EL TIEMPO LO PERMITE- Montaje Exposición Café Habanilla- Alameda de Hércules Sevilla

Todo versus Nada

Cuando no soy nada

tengo espacio para el todo:

Todas las notas, todas las penas, todas las dudas, todos los silencios.

Para escapar...

TIC, TAC, TOC

Hay, quien atrincherado en un resquicio

espera un soplo breve de vida

para seguir respirando,

viviendo,

a pesar de las bomba atómicas,

las tormentas huracanadas, los puñales o las voces.

Otros, sin embargo,

cubren su cuerpo con el manto más oscuro

para adentrarse en las sombras,

absorbiendo el perfume de la muerte.

Como si al oler bien profundo su esencia,

adelantasen la llegada.

Ambas opciones me parecen igualmente heroicas;

solo hace falta estar vivo para tomarlas

y ser conscientes de que la horas, a pesar de residir en relojes infames

y artificiales,

existen y se agotan.

Hambre animal

Esperando mi presa
como un animal
Trago saliva para respirar.
Mi tiempo se agota
el hambre
me devora.
Extrañas visiones
nutren mi deseo,
tu esencia me nubla
y me siento un cordero.

CANCIÓN NATURAL

Me despertaron despacio los pájaros con sus canciones en diferentes tonalidades. Después, comenzó a llover.

Yo estaba medio dormida en el dormitorio alto de  la casa de madera, sumergida en el valle más escondido junto al pequeño riachuelo.

El agua comenzó a caer primero despacio, suavemente, tranquilizándolo todo para, al instante, volcarse con mucha más fuerza y cuerpo sobre el techo de madera y el suelo blando del campo, que rodeaba la casa.

Los pájaros seguían cantando, entonces comenzaron a sonar pequeños cencerros de un rebaño de cabras que se acercaba. Algunos agudos, otros graves.

El sonido venía hacia mis oídos desde las pequeñas  campanitas de metal, suspendidas de los frágiles cuellos.

Cuando rodearon la casa, todo sonó al unísono: la lluvia, los pájaros, las campanas.

La melodía del rebaño fue cayendo, diluyéndose despacio hasta desaparecer.

 La lluvia se calmó,

me tapé mejor con la sábana blanca,

y  la canción natural, llegó a su fin.

La hora sin té

De nuevo verano

Un verano nuevo
por estrenar, ummm,
su lazo se deshace entre mis manos.
Mi corazón late tan deprisa,
por salir, por vivir,
por beberme todos su días
y empaparme de este verano,
que llego sin darme cuenta,
con pasos atropellados, hasta
una luna más grande que esta ciudad.
Desde ella lo veo todo con claridad,
ahora es de noche.
Más gente como tú y como yo
esperamos nuestro verano,
aunque yo ya,
de momento
me estoy tomando la primera cervecita desde la luna.
Y está fresquita.

Menos mal que no sabemos todo lo que nos podemos encontrar

Humos de otros mundos

Perderme en lo que desconocido

es mi especialidad.

Esperar que el camarero recite la lista interminable y desconocida  de tapas.

Escuchas atentamente

un mensaje creado por otro,

en el que esperas encontrar la guinda de tus deseos.

Gustos cocinados

en fuegos ajenos.

Mientras las ansias de tu estómago

recrean mundos, deseos futuribles,

llenos de fantasía y placer

elaborados, con calor y humos

de otros mundos.

TIEMPOS CENAGOSOS

Tras leer la prensa, tengo la sensación de que las mujeres estamos retrocediendo cada  día a día el equivalente a años y años.

Una gran mancha de poder negativo parece arrasar por doquier, desarrollándose sin miedo bajo un manto de escrupulosa moral, enarbolada como bandera ante la que toda nuestra sociedad amedrentada debe someterse.

Aplastada bajo leyes de mercado injustas, la gente cada día más pobre y más esclava es obligada ahora a reconocer un deber sexual y reproductivo, un corsé elaborado con normas absurdas que nadie comparte.

En este campo de pobreza no brillan voces  ideológicas ni intelectuales potentes, capaces de acaparar el ojo de los medios, que tan solo nos revelan a diario una realidad empaquetada por ellos e impuesta por y para la gran mancha.

Enlace a Las Ruinas de Palmira de El Conde de Volney
/Las Ruinas de Palmira de Volney

De chicles y dudas

De la fragilidad,

la gran muralla alzada.

Hasta el horizonte más lejano

llega su voz.

De suspiros

sueños

dudas y cosquillas.

La piedra angular del universo

defendida por amazonas infranqueables.

Elaborada con gomitas,

miles de chicles

sonrisas y dudas.

Las cosas bonitas no se explican

Folk redentor (aunque a mi no me sirve)

Hombres pájaro

Los hombres pájaro vigilan

Acechan en el aire

Observan si tropiezo

Mantengo erguida mi sangre

El pulso de mi cuerpo

Mientras los ricos

Te matan de hambre

Tú te miras al espejo

Pero la ira no te alimenta

Y es que quizás 

tú ya estés muerto

Sueño

Vivo en mil sueños

llenos de vida y gente que baila,

mundos abiertos.

Vivo en mil vidas,

repletas de sueños.

Sueño que vivo

con gente que baila

y respira aire real

repleto de sueños,

de vida.

La razón

Cómo despierto triste en la mañana

al segundo de abandonar mi sueño.

La ciudad acude de golpe

con toda su gente, el ruido,

las líneas telefónicas ocupadas y

miles de datos rodeando mi cama.

Entonces, soy más pequeña que nada.

Y tengo que acudir

al fondo del saco

para buscar

una razón, un beso.

Por el que ponerme en pie cada día

y salir sin miedo a buscarlo.

Corazón de chicle

Un corazón de chicle,
para contener todo el amor del mundo
y un universo de vacío

El río está cerca

El camino hacia el río está cerca

Los pájaros no han parado de cantar

contando historias sobre tu vida.

Mientras,  sobre el río bailan

todas las mujeres del bosque

Ahora puedo oírlas cantar,

haciendo ramos de flores

para colocarlos, al amanecer, junto a tu almohada.

En boca cerrada no entran ni moscas, ni nada

Todos los días flores¡
Sara no cabía en sí y sin más dilación
prefirió no pasar más sed.
Agarró con fuerza el jarrón y, de un sorbo,
se bebió todo el agua.

El mundo de las islas flotantes

Miles de islas flotan 

en el mundo de las islas infinitas,

reproducidas, 

clonadas

en modo on.

En un instante, una emite un rayo de luz diminuto, 

muy fino 

pero bien enfocado.

La estrella más brillante del firmamento, Sirio,

cae fulminada

para engrosar  la lista de islas infinitas

                                                                                   flotando en modo on.

Necesitaba tu mano

Con una vieja silla...

Mis miedos y yo,

de la manita

por la vida.

Mis miedos y yo,

siempre de puntillas.

Para no sentir las cosquillas

o que nos nos quiten la silla.

Mis miedos y yo

caminamos al unísono

para no perdernos por ningún camino

Mientras las cosquillas,

las risas

y la vida

van por libre,

a su aire

y nosotros atados a esta vieja silla.

Donde se abren las puertas

Allí, donde reside la belleza.

En las puertas.

Se abren

y veo  los ojos de tu alma

hartura¨¨2

Pájaros y sueños

Fiesta gris

Vuelves a mi mente

en una fiesta de confeti de cenizas.

Uno grande entra en mi copa

y con fuerza queda pegado a mi garganta

volviéndome a robar el hálito de la vida.

Encontrando notas

En la delicadeza huidiza está mi casa

De su mano, sin nada más

A través de lo que no soy me voy llenando

gota a gota

dolor buscando el placer.

Entre tensiones dispares

mi esencia dispersa busca su lugar.

En lucha constante,

constantemente empujando miles de toneladas de olas de dudas.

Vacíos, incertidumbres.

Y la música, colándose entre las grietas sin remedio.

Oh,  la música

la caricia más perfecta.

Ahora entiendo algunas  frases   que hablaban

de  lugares a los que sólo se llega con ella.

De su mano, sin nada más.

Al lago de las esencias

allí donde el dolor se disipa

para sentir las notas precisas

y recordar en ensueños los besos perdidos…

Cheetos y fanta de naranja para una tarde lluviosa

Pues sí afortunadamente: La música no tiene dueño

" La música no tiene dueño, pues los que van a ella no la poseen nunca. Han sido por ella primero poseídos, después iniciados. Yo no sabía que una persona pudiera ser así, al modo de la música, que posee porque penetra mientras se desprende de su fuente, también en una herida. Se abre la música sólo en algunos lugares inesperadamente, cuando errante el alma sola, se siente desfallecer sin dueño.

En esta soledad nadie aparece, nadie aparecía cuando me asenté en mi soledad última; el amado sin nombre siquiera. Alguien me había enamorado allá en la noche, en una noche sola, en una única noche hasta el alba. Nunca más apareció. Ya nadie más pudo encontrarme."

María Zambrano

El color y la luz han entrado en mi casa

Ya han llegado,
parece que para quedarse.
Y no tengo que llevar los tacones puestos porque puedo ir descalza.