lunes, 21 de enero de 2013

De su mano, sin nada más


A través de lo que no soy me voy llenando
gota a gota
dolor buscando el placer.
Entre tensiones dispares
mi esencia dispersa busca su lugar.
En lucha constante,
constantemente empujando miles de toneladas de olas de dudas.
Vacíos, incertidumbres.
Y la música, colándose entre las grietas sin remedio.
Oh,  la música
la caricia más perfecta.
Ahora entiendo algunas  frases   que hablaban
de  lugares a los que sólo se llega con ella.
De su mano, sin nada más.
Al lago de las esencias
allí donde el dolor se disipa
para sentir las notas precisas
y recordar en ensueños los besos perdidos…

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