Mi hermano el ríono ha parado de cantar esta noche.
Aunque no puedo verlo,
desde mi color rubí de amapola
le doy la mano.
Tengo solo un día,
casi dos,
para volver a oir su voz.
Le diré a mi gemela mariposa
que lo bese dulcemente,
al caer la tarde,
cuando vuele sobre sus brumas
Nos veremos allí
donde el aire no se agota.
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