El día ha quedado cosido con pequeños fragmentos regalo:
La hoja de una acacia, un trozo de canción envolvente, la cuerda de la guitarra a punto de romperse pero que suena como nueva, el aire que enfría mi cara mientras voy cuesta abajo en mi bicicleta, el olor rastro a primavera tras una persona a la que no conozco de nada…
Busco canciones sorpresa para oídos que no quieren oir.
Las encuentro y prendidas con dos letras, las cuelgo aquí,
hasta que tú te dejes llevar por sus notas.
Busco, busco, busco y me voy a la cama
para soñar que han atravesado la ciudad
rompiendo todas las barreras posibles, hasta llegar a su destino,
que es también el mío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario