domingo, 9 de noviembre de 2008

Desombrerados con futuro


Hay días en los que uno no sabe qué sombrero ponerse.
Te levantas mientras la vida hace aguas.
Un rio líquido moja los alrededores de tu cama.
Con los pies mojados te vistes, abres la ventana: todo sigue en su sitio.
Pero tu corazón derrama todo el zumo de naranja que acabas de tomarte.
El bolso que eliges para salir se moja, joder, ya no te quedan clínex secos y decides echarte a la maldita calle.
Antes de salir por la puerta dudas, no sabes qué sombrero es el más adecuado para hacer frente a este manantial de sombras que chocan en tu alma con los rayos de sol de un día vibrante.
Decides al final no usar sombrero, porque ninguno te parece lo suficientemente grande como para hacer de dique a tantas aguas.
Te colocas las gafas de sol y sales airosa.
Después las cervezas harán el resto. Todo será líquido,
Nadarás en líquido abundante, sin flotador y con el alma anestesiada.
Hay días en los que uno no sabe qué sombrero ponerse. Puedes probarte uno de estos. Están en la Fábrica de Sombreros okupada.
Una maravilla popular, al alcance de todos, hasta de los desombrereados.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que bigotuda

Anónimo dijo...

SÍ, ES MI HERMANA LA MEJICANA. K