El taller de los días nos llena de trabajo.
Cantamos, tocamos la guitarra, el bajo. Chillamos contra la Iglesia.
La cama parece tan lejana.
La ira permanece en la boca del estómago agazapada. Porque sientes el daño y no sabes cómo diablos deshacerte de él.
¡Mejor llenarlo todo de cosas, de pensamientos, de idas y venidas, de fiestas y palabras sin fin!
Chillar a la iglesia que siempre es la peor y dejar que tus manos caigan a los lados. Dejar de mirar la cara de tus sentimientos, olvidar el corazón que llama a tus pulmones porque ya no cabe dentro de esta caja prisión.
Cantamos, miramos y seguimos adelante. Hacia las no puertas, los caminos sin retorno. La incógnita.
Cantamos, tocamos la guitarra, el bajo. Chillamos contra la Iglesia.
La cama parece tan lejana.
La ira permanece en la boca del estómago agazapada. Porque sientes el daño y no sabes cómo diablos deshacerte de él.
¡Mejor llenarlo todo de cosas, de pensamientos, de idas y venidas, de fiestas y palabras sin fin!
Chillar a la iglesia que siempre es la peor y dejar que tus manos caigan a los lados. Dejar de mirar la cara de tus sentimientos, olvidar el corazón que llama a tus pulmones porque ya no cabe dentro de esta caja prisión.
Cantamos, miramos y seguimos adelante. Hacia las no puertas, los caminos sin retorno. La incógnita.
Rebecca Horn Pencil mask , 1972
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