Hasta ahora he estado vagando por la tierra seca sin llegar a ningún sitio.
Mi confusión, en un vaivén continuo, me obligaba a agarrarme al canto soñado de las ninfas del agua que con su música me ayudaban a mantener la cabeza sobre los hombros.
Perdí mis dulces sueños, la paz del alma.
Todo lo que brilla con la luz de los primeros rayos del sol me había sido vetado…y mi despertar era una tortura.
Esta noche tomaste mi mano y me acariciaste sin pensar en el tiempo…al llegar el día mis ojos habían recuperado la visión perdida y las ninfas se fueron al fin de fiesta, con el alba…
Hoy… tendré que aprender a mirar.
2 comentarios:
Mágnifico, hasta "tortura" me identifico al cien por cien.
deseaba dar el salto
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