Y es que el techo: ¡se está desmayando!
Se cae con pasión sobre el suelo, en aguas. ¡Ay!!Qué dolor que ahoga!
Maldita pasión la de tu no mirada.
¡Que el cielo ahora se derrita!
!Que no lo hiciese antes! Viejas trabas.
El mismo cielo de siempre, la misma luna bonita.La miel que nunca llega.
La mano breve de la lluvia.
Hoy, las furias del altísimo aplastan este suelo que te espera breve, llorándote, maldita.
No debí salir, ni siquiera marcharme para volver.
Son demasiado grandes las palabras en las ausencias.
Y me maldicen fría, más y más áspera.
Como escribir sin aires, sin voces, como tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario