Al otro lado del río el aire rezuma tierra, arropada durante años en el olvido: sin ningún hombre que haya podido enturbiar su esencia.
Henchida de humedades, nutrientes, días de reposo y espera, ahora se despierta contenida, repleta de historias de duendes, brujas poderosas y hadas ocultas. Esta misma mañana una ha rozado mis labios mientras paseaba con mi bici por la orilla recién estrenada. Además, me ha desvelado un secreto con final feliz incluido. Volveré pronto con mi cámara de fotos, antes de que se asuste con nuestros pasos y desaparezca.
2 comentarios:
Pues tengo muchas ganas de ver ese paseo, a ver si me gusta igual que tu blog tan negro y poético últimamente, y tú cuando estás coscona..
Yo puedo recomendar también la cañada de los pájaros de Coria, como allí no han cerrado el espacio aéreo, está petao de aves este año.
pues yo kiero ir allí, a ver si te dejas caer. K
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