viernes, 16 de abril de 2010

Porque hay días en los que la pared: se cae


Puse un poco de cemento para que todo quedase compacto.

El traje de espinas me quedaba ideal pero vino un viento del norte, lleno de noches de lluvia y árboles milenarios que esperaban. Mi cuerpo no pudo soportar su fuerza y caí de bruces contra mi propio muro.

Tres ladrillos se cayeron. Intenté colocarlos en su sitio. Nada pude hacer.

La lluvia sin límites derritió el cemento ¡ yo nunca había hecho cemento y no sabía que debía ser sólido, ni los ingredientes necesarios para que perdurase en el tiempo!

Hay días en los que es mejor quitarse el vestido porque todo hará que los ladrillos se caigan.
…y además te pondrán otra multa….

2 comentarios:

delgaducho dijo...

Nunca ningún muro aún construido con solido cemento fue garantia de robustez, expuesto a violentos fenómenos meteorológicos, te lo digo.

Kilometrica dijo...

Gracias por comprender mi debilidad atmosférica del pasado viernes, estaba agotada y las defensas hicieron Pufff. Ya he bailado, comido y dormido y ala¡¡¡ hoy como si tal cosa. Así es la vida, menos mal