miércoles, 27 de abril de 2011

El tercer ojo




El libro rojo del tercer ojo me miraba desde la mesita de noche.
Me faltaban sólo cuatro páginas para acabarlo. Era verano. Me sumergí en él sin darme cuenta. Yo tenía 15 años y todas las ganas del mundo por ver cosas nuevas y diferentes. Este libro me hablaba de la posibilidad de tener más de dos ojos…tres. Aquello era demasiado, además tenía que aprender a meditar cuando mi vena racional me hacía tocar, palpar y pensar todo lo que me rodeaba con extrema precisión. Miré el ojo de reojo, eran las dos de la mañana de una noche de verano y el sueño me llevó suavemente al otro lado.


Hoy llevo todo el día con el tercer ojo malo. No he podido ver casi nada, es más creo que sirve de poco, más me sirve oler y solo tengo una nariz….Aunque quizás mi tercer ojo solo se abre con la música. Pues eso va ser….

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