domingo, 5 de julio de 2009

¿Quién no ha soñado volver a nacer tras caerse de cuatro metros?


Bueno ni orgullo ni porras, lo importante son los amigos y más si estos sobreviven a caerse de un autobús en marcha rodeado de millones de personas, cuatro metros abajo y con las ruedas del camión amenazando, esto si que es lo más de lo más. Nos ha ocurrido en el orgullo en Madrid, no he pasado más agobio en mi vida pero todo se quedó en el sustito del día y en una de las mejores anécdotas que tenemos la pandilla para contar, después de la caída de Danka en Nerva cuando el Migue la tiró por el aire para hacer una pirueta y voló y después de la caída de Kilométrica mientras impartía una clase de tectonic. El tema es regalo de Ato, de lo mejorrrr.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ayer brindamos por la caída y por el caído, una vez que se nos paso el susto y descubrimos que no había sido más que eso. ya me contarás cuando recuperes la voz, perra.
un beso,
el perro.

Anónimo dijo...

He colgado en facebook mi próximo reto, gracias amiga por todo.
el hombre de goma

Anónimo dijo...

Ya tengo voz, cuando queráis hacemos una quedada para narrar las múltiples peripecias de este fin de semana sin descanso y de cómo ha sido el comienzo de la semanita, no me falta un peregil, vaya. Experiencias mi, ezto ez vida.Kilometrica

La Radio de Darwin dijo...

¡Queremos fotos!