La tarde rozaba sus últimas horas.
Un pequeño pájaro volaba delante de mí, dos alas por delante de la velocidad de mi bicicleta
siguiendo mi camino de vuelta a casa.
Al fondo se abría otra calle, algo más ancha y perpendicular a mi camino.
Parecía una irrealidad pero estaba ahí y existe.
2 comentarios:
Y tu pedaleando, acercando cada vez más a ti ese otro camino.Ojalá también pudiese vislumbrar yo un espacio en expansión, ains...
Saturno existe y tambien otro sin fin de planetas bellos que lo son por el simple hecho de ser distintos todos ellos.
kiero ver más planetas y estrellas
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