Recuerdo a Genoveva como una heroína independiente.
En mi libro infantil aparecía con toda su ropa rota, desagarrada, pero incansable y tenaz para sacar adelante su vida y la su hijo, los dos abandonados a su suerte en un bosque lleno de peligros. De pequeña no me enteré bien de lo de la infidelidad, que ahora leo como motivo principal, por el que fue casi asesinada y luego desterrada a su suerte.
Para mí era un ejemplo de mujer independiente, ya ves, fruto de un error de comunicación (como tantos que se producen en esta vida).
Cada uno ve las historias a su manera, yo la absorbí así, como el reflejo de que a pesar de la adversidad, con creatividad y usando nuestras armas, siempre una mujer, siendo independiente: es una ganadora.
Genoveva de Brabante se dice que era la esposa de Siegfried de Tréveris, y que fue acusada falsamente por el mayordomo Golo. Condenada a muerte fue perdonada por el verdugo, y vivió durante seis años con su hijo en una cueva en las Ardenas alimentada por una corza. Siegfried, que mientras tanto había descubierto la traición de Golo, estaba persiguiendo a las corzas, cuando la descubrió en su escondite y la restituyó a su antigua dignidad. Su historia se dice que se basa en la historia de María de Brabante, la esposa de Louis II, duque de Baviera y conde palatino de Renania Palatinado. María de Brabante era sospechosa de la infidelidad y, posteriormente, juzgada por su marido, declarada culpable y decapitada en el 18 de enero 1256. Cuando se demostró el error, Luis tuvo que hacer penitencia por la decapitación. El cambio en el nombre de María a Geneviève se remontan a un culto de San Geneviève, patrona de París. La historia fue retomada por el jesuita René de Cerisiers (1603-1662), en su cuento La reconnue inocencia, ou vie de Santa Genoveva de Brabante con gran éxito.
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