domingo, 24 de enero de 2010

Preprimavera

No sé muy bien el por qué, pero por estas fechas siento en muchos momentos del día que es primavera. Me llega algo. No es viento. Creo que puede que un olor fresco sea el que me hace presentir días y brisas que aún no he vivido.


Este fin de semana no roza aún la primavera, pero perfectamente podrí a quedar encajado en su esfera. He reído, bailado más de cuatro horas seguidas sin parar, me han invitado a comer comida de verdad, he escuchado de cerca una guitarra, he comido un poco de yogur en la cama y después me he quedado durmiendo una siestecita riquísima. Cuando me desperté aún había luz del sol, las horas de mi vida fluían despacio como hojas caídas llevadas suavemente sobre el agua de un pequeño río hacia cualquier otra parte, sin señales prefijadas ni límites impuestos. La primavera llegará, ya manda sus señales, solo hay que cerrar los ojos y sentir su aire.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bonito.. yo también he tenido mi porción de primavera este finde: volvieron las ganas de cantar y no eché en falta ni el tabaco ni al móvil ni a los humanos.
Koji